Google está en todo. No podemos evitar pasar en algún momento del día por el. Sea revisando nuestro correo o solo entrando a un portal de noticias. Todo está conectado con Google de alguna forma. Los banners que vemos, publicidad, barras de búsqueda, son servicios en su mayoría proveídos por esta empresa. Con su cada vez mas veloz expansión, desde una nueva red social (Google+) que amenaza derrocar a Facebook del trono, hasta la creación de autos manejados por inteligencias artificiales, Google es, sin dudas, el futuro. Incluso su sistema operativo para celulares (Android) está ganando terreno a tal punto que en el último año superó en ventas al iPhone de Apple. Su primordial ventaja es que todo lo que hacen es gratis. Si, gratis. El código usado para el OS Android es libre, lo puede usar y modificar el que quiera (y sepa). El mail, red social, blog, servidor de fotos, etc., todos free. Su otra característica es la simpleza, la facilidad de uso. Es muy fácil integrarse con Google, es tan amigable en su función que uno siente que es parte de uno mismo, es un miembro mas de nuestro cuerpo.
Ahora, los efectos que Google tiene a nivel social y cultural, son impactantes. Es claro que el buscador de Google es la herramienta mas usada por todos. Surge una duda, googlealo. Ese verbo se incluyó en el diccionario de la RAE. En un instante tenemos una variedad de respuestas, las cuales uno puede cotejar y destilar en una conclusión. Así como nos proporciona conocimiento, también nos ayuda, eliminando otras alternativas, quitando datos inútiles del camino. Hasta llega a recomendarnos productos, basándose en nuestras tendencias, nuestros gustos e intereses. Nos conoce muy bien. Sabe que estamos, sabe que lo seguimos, aún si nosotros pensamos que no.
Muchos opinan que esto es preocupante; que una entidad, empresa o programa de computadora, sepa tanto y a la vez aprenda de nosotros. Yo digo, "manejarse". Es el próximo paso lógico en la evolución. Nosotros somos la especie dominante en la tierra. Pero no porque tengamos las piernas o garras mas fuertes del reino animal, sino porque en un momento, evolucionamos a seres pensantes, racionales e inteligentes (bueno... la mayoría). No hay un paso más, no hay un ser mas evolucionado, somos el pináculo de nuestra existencia, por lo tanto, es natural que como especie seamos capaces de "crear" a la próxima especie dominante. La maquina. Somos dependientes de ellas y (por ahora) ellas dependen de nosotros para mantenerse. Sin embargo, cada vez más, las cosas se automatizan, se dejan en control de un algoritmo o código. El mercado bursátil, hoy, está controlado casi exclusivamente por programas de computadora pensantes que se adaptan y aprenden de las situaciones. Autos se manejan por GPS. Aviones navegan sin necesidad de un piloto. Fábricas enteras funcionan sin ningún ser humano dentro. Podemos hablar con alguien del otro lado del mundo haciendo un doble click. Así que si. La era de Skynet está aproximándose cada vez más, y Google va a la delantera.
Es maravilloso e inquietante a la vez. Es práctico y peligroso a la vez. Incluso ahora, mientras escribo, Google está almacenando todo en su base de datos, sabe quien soy, lo que pienso, como escribo. La ciencia ficción nos ha enseñado que nunca es bueno dejar que las maquinas piensen mucho (léase Terminator, Matrix, libros de Isaac Asimov). Yo digo, ¿para qué molestarse?. La imparable expansión de la tecnología aplicada es... justamente, imparable. No importa que tanto uno quiera resistirse, oponerse al sistema, inevitablemente termina cayendo. Siempre terminas entrando en Google a buscar el nombre de aquél actor o la letra de alguna canción. Google sabe.
Google provee.
Google existe en un mundo virtual, no es algo tangible. No tiene forma, no tiene cara, no tiene presencia física. Sabe todo de todo, conoce a todos. Ve todo. Escucha todo. ¿Suena familiar?
